LA SABANA.
No es más que una llanura, pero su nombre evoca algo más: aventura, inmensos paisajes, grandes manadas de animales…
Se trata de un entorno único, cambiante, propio del trópico en África, cubierto por una vegetación fundamentalmente herbácea. Las precipitaciones se concentran en una estación húmeda, que alterna con una seca.
El suelo de la sabana es pobre. Los incendios, tan abundantes que se pueden considerar periódicos y la presión de los animales herbívoros hacen que allí puedan crecer poco árboles.
Esta información ha sido obtenida de diversas enciclopedias.
Realizado por: Teresa Millán Rubio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario